CÓMO HEMOS CAMBIADO – 50 ANIVERSARIO SELECCIÓN ESPAÑOLA
*** Juan Oliver, exseleccionador absoluto español y exseleccionador absoluto brasileño.
Hay una cosa que no existe: el olvido. Jorge Luis Borges.
Decía el filósofo romano Marco Aurelio: “Pronto lo olvidarás todo, pronto serás olvidado”. Así pues, recordemos. 10 de noviembre de 1967, en el recién inaugurado pabellón de las Casillas de Bilbao, Milagros Villanueva Ordás, Izaskun Calleja, Mercedes Arqué Blanco, Margarita Concepción, María Luisa García Pena, Isabel Moran, Nuria Granados Sagrera, Marta Canosa Ferrer, Angélica Ferreras, Pilar Soler Gras, Pilar Artime Trapote y Maribel Vilaroig Aparici, jugaron el primer partido internacional del equipo nacional absoluto femenino de España.
Aunque en la reseña de Mari Carmen Hernández se intuye alguna actividad anterior en Estrasburgo, la fecha del 10 de noviembre de 1967 es la que consta en los archivos de la RFEBM como el primer partido oficial del equipo femenino español. Imagino la escena. Txomin Bárcenas y Juan de Dios Román, intentando organizar, en muy pocos días, a un equipo que debutara, con un mínimo de garantías, ante las francesas. En los años 60, la incorporación de las mujeres al deporte, y más al internacional, era complicado. El contexto de aquella época tenía reservado para las mujeres otras actividades muy diferentes a las deportivas.
Por ello, el equipo llevaba 15 años de retraso con relación al grupo masculino, que debutó en Madrid en abril de 1953 contra Suecia. Juan de Dios Román, era el entrenador de aquel equipo que tuvo un debut no oficial en Estrasburgo y profundiza en esa primera convocatoria: “Por aquella época la Sección Femenina controlaba el deporte femenino en conjunto y las federaciones no querían problemas con el organismo oficialista; la actividad internacional se reducía a encuentros puntuales con asociaciones de otros países ‘del entorno político-religioso’. De ahí que, como curioso precedente del debut federativo oficial, meses antes una selección española oficiosa participara en el Torneo de FICEP en Estrasburgo formando el equipo prácticamente las mismas jugadoras con la excepción de Dolores Guimbernat y Lita Prats, ambas del Picadero de Barcelona”.
El pabellón de las Casillas de Bilbao se había inaugurado el día 20 de mayo de 1967 y entre los actos del estreno se programó este encuentro. Estas son las impresiones de Juan de Dios sobre el desarrollo del mismo:
“El doble partido contra Francia planificado como ‘doble debut’ de la Selección federativa, oficial, fue una extraordinaria experiencia; tanto Bárcenas como yo éramos muy conscientes de lo que representaba el bautizo de las chicas a nivel internacional. Era el primer paso deseado que abriera puertas para entrar en el engranaje internacional. El recuerdo de la actividad lo tengo muy presente más por lo que supuso que por la calidad del juego, inesperadamente alta ante le diferencia de nivel de un rival ya con experiencia. En cualquier caso las francesas, en el partido del debut en Bilbao, tuvieron que esperar a la inspiración de la zurda Farget para obtener la victoria en el último minuto”.
Dos días después, en Pamplona, las dos selecciones se volvieron a enfrentar. El resultado fue más severo para las españolas. Juan de Dios Román apunta sobre esta segunda intervención:
“La revancha de Pamplona dos días más tarde tuvo el simbolismo de ‘sumar experiencia en el recorrido iniciado’; el desarrollo del partido en el antiquísimo Ruiz de Alda se ajustó a la diferencia de nivel entre ambos equipos. La interrogante quedaba en el aire: ¿Cómo continuaría el camino abierto?”
En los siguientes ocho años, el equipo nacional juega 13 partidos. Todos de carácter amistoso y todos contra Francia. En 1974 llega la primera victoria contra francesas en Madrid por 11 a 8. No será hasta 1975 cuando se juegue el primer partido de carácter no amistoso, valedero para la clasificación del Campeonato del Mundo de la URSS, se juega contra Noruega, 6-3 en Oslo y 14-17 en Granada. Termina la década de los 70 con un total de 44 partidos jugados, de los cuales solo tres más son oficiales, clasificación para el Campeonato del Mundo de Checoslovaquia 1978. Casi 100 partidos se juegan en los años 80. Se consiguen las primeras clasificaciones y participaciones en los Campeonatos del Mundo “B” de Dinamarca 1981, Polonia 1983, Bulgaria 1987 (previa clasificación en el Mundial “C” de Valencia en 1986).
En el horizonte están los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. El número de partidos aumenta de modo espectacular, 66 en solo 26 meses. El equipo nacional participa, por primera vez y como país organizador, en unos Juegos Olímpicos. En 1993 el equipo participa por primera vez en un Campeonato del Mundo A, Noruega 1993. Y en 1996 juega la clasificación para el II Campeonato de Europa (Dinamarca 1996). Se cierran los años 90 con la participación en los Campeonatos de Europa (Países Bajos 1998). Al inicio del año 2000, la selección cumple 300 partidos. Participa en los Campeonatos del Mundo de Italia 2001 y Croacia 2003, donde consigue el primer gran éxito: la 5ª plaza y la consiguiente clasificación para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Participa en los Campeonatos de Europa de Dinamarca 2002, Hungría 2004 y Suecia 2006. En 2007 participa en el Campeonato del Mundo de Francia pero no consigue clasificar para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Casi cuarenta años después del primer partido internacional, el equipo nacional consigue su primera medalla, la plata en Macedonia 2008. Desde 2008 a 2012, época dorada de la selección, además de participar en todas las grandes competiciones se consiguen los siguientes resultados: Campeonatos del Mundo China 2009 (cuarto puesto), Brasil 2011 (medalla de bronce). Londres 2012 culmina este periodo con el bronce olímpico. Durante el siguiente ciclo olímpico el equipo consigue una nueva plata europea en Hungría/Croacia 2014 y la clasificación para los Juegos Olímpicos de Rio 2016.
En estos años el equipo nacional ha ido transitando por todos los escalones. Empezó perdiendo por muchos goles, luego por pocos para, más tarde, abordar la victoria como algo habitual; primero sobre sus rivales directos, luego sobre los mejores. Paso a paso, hasta conseguir las medallas. No se puede concebir el éxito de hoy sin el trabajo de todos estos años, o en palabras atribuidas al músico Bob Marley: “En este futuro brillante no puedes olvidar tu pasado”. 675 partidos después, 206 jugadoras han representado al equipo nacional. Entrenadas por 16 técnicos, una mujer y 15 hombres, han intentado dar lo mejor de ellas para que nuestro balonmano estuviera en un lugar destacado.
2017 termina como año de celebraciones. La RFEBM cumplió 75 años desde su fundación (1941) y el equipo nacional femenino 50 años desde su primer partido internacional. No es lugar ni momento para valorar, cuantitativa ni cualitativamente, las acciones realizadas para conmemorarlo. Si las ha habido, su visibilidad ha sido escasa. Pero sí es momento de desear al equipo nacional lo mejor en su novena participación en un Campeonato del Mundo. Deberá afrontar, en tiempos difíciles, Alemania 2017 con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y tal vez en los de París 2024. Última reflexión de Juan de Dios Román:
“En mi opinión las mayores dificultades fueron al principio por razones básicamente estructurales internas; después del debut se “regalaron” al olvido los ocho años siguientes que intentaron solaparse con los habituales encuentros frente a las vecinas francesas sin la valentía suficiente para afrontar la actividad internacional oficial. Por otra parte no se consiguió, si es que se pretendía, fortalecer la liga nacional muy organizada alrededor de los clubes Medina de la S.F. Desde 1975 el ritmo de la actividad internacional fue cambiando poco a poco y la selección afrontó la lenta y difícil batalla de obtener lugar en la élite tal y como describe el autor de el presente artículo. Los éxitos suelen responder a los trabajos pacientes y bien hecho siendo muy difícil encontrar el equilibrio en el tiempo. Ahora hablamos y se exigen medallas; en la lejana fecha de Noviembre de 1967 comenzó la historia. Me emociona recordar la cita y las ilusiones de aquel soñador equipo”.
Estoy seguro de que todas vosotras no olvidaréis la historia que os precede. Éxitos.
Este artículo de Juan Oliver está publicado también en REVISTA LÍDERAS
No hubiera estado mal celebrar ese 50 aniversario volviendo a Bilbao a disputar el TIE, por ejemplo . Es que Melilla pilla muy a desmano
O un España – Francia como reedición de ese 50 aniversario. Bilbao y Pamplona.